El ladrillo es uno de los materiales más populares para los arquitectos que diseñan con una estética vintage o rústica, haciendo que la arquitectura se sienta más cálida y acogedora si están bien utilizados. Sin embargo, el color y la forma del ladrillo pueden influir en gran medida en la atmósfera que emana, ya que el ladrillo blanco puede generar diseños más minimalistas y el ladrillo rojizo tiende a sentirse más rústico y terroso. En este artículo, exploraremos algunos de los colores más populares del ladrillo, además de maneras de colorearlo artificialmente y proyectos recientes que incorporan efectivamente los ladrillos en fachadas o interiores.
Al elegir el color de ladrillo, los arquitectos deben tener en cuenta la estética que esperan lograr y específicamente en fachadas, es recomendable analizar los colores y estilos de las estructuras circundantes. Los colores más populares del ladrillo incluyen rojo, blanco, café, naranja, gris o negro, con muchas variaciones de tonos entre ellos, así como una amplia variedad de estilos y dimensiones.
Rojo
El ladrillo rojo es el color más tradicional del ladrillo, y habitualmente se asocia con estilos más clásicos de arquitectura, como el estilo colonial en los Estados Unidos. Por lo tanto, se puede usar para crear una estética vintage o tradicional, o para adaptar un nuevo edificio al carácter de un barrio antiguo.
Por ejemplo, la Casa Roja de 1860, diseñada por William Morris y Philip Webb, emula la arquitectura de la Edad Media, utilizando ladrillos rojos clásicos para su exterior en contraste con los acabados de estuco de moda de la época. El ladrillo rojo es esencial para el énfasis del movimiento Arts and Crafts en la arquitectura vernácula histórica. Del mismo modo, en el Proyecto Vernáculo de Melbourne de Altereco Design, la conexión con una estructura más antigua es literal, ya que el revestimiento de ladrillo rojo original, de más de cien años de antiguedad, es reincorporado al proyecto de renovación moderno. El muro de ladrillo rojo conserva la estética rústica y contribuye a la sostenibilidad del proyecto debido a la reutilización y cualidades térmicas.
Ejemplos más contemporáneos incluyen el Edificio YONG de DAAL en Corea del Sur, combinando un diseño moderno con un exterior de ladrillo rojo para permitir una mejor integración con el estilo distintivo de la zona. Del mismo modo, Saint Peter House de Proyecto Cafeína + Estudio Tecalli, aprovecha la producción local de ladrillos para diseñar una expresiva fachada texturizada. Finalmente, la Galería de Arte Shuyang, diseñada por UAD, modera un diseño contemporáneo de vanguardia mediante el revestimiento tradicional de ladrillo rojo.
Café / Marrón
Los ladrillos tostados, marrones y cafés son muy similares a los ladrillos rojos en su frecuencia y en sus modos de uso. Muchos ladrillos también pueden utilizarse en una combinación de rojo, tostado, marrón y café. Sin embargo, los ladrillos de estos tonos difieren de los ladrillos rojos ya que tienden a tener menos asociaciones históricas y mantienen, en cambio, una estética intemporal, terrosa y natural.
HGE Architects solicitó deliberadamente ladrillos de color café para su Casa de Ladrillos, garantizando que la fachada coincidiera con el tono del paisaje circundante. La Casa en Azpitia del Estudio Rafael Freyre también cuenta con un exterior de ladrillo de tonos marrones claros que combina con los colores de las montañas peruanas. Los arquitectos de la Casa HVM, sin embargo, eligieron el marrón como un color intermedio para transmitir comodidad y equilibrio, y también para permitir un envejecimiento de alta calidad.
Blanco
El ladrillo blanco, que puede sentirse más limpio y moderno que el ladrillo rojo o café tradicional, es una opción habitual en tiendas, restaurantes y departamentos que buscan un aspecto elegante y vintage a la vez. Por ejemplo, la Cafetería Lucky Penny de Biasol: Design Studio genera un ambiente de inspiración escandinava a través de su combinación de muros de ladrillo blanco, pisos de madera, luces industriales y plantas. La Cocina de Junzi Kitchen logra una estética elegante a través de su combinación de muros de ladrillo blanco, azulejos de color menta y luces de neón rosadas.
Por supuesto, la arquitectura de ladrillo blanco se extiende más allá de este modo particular de uso: el diseño de Pencil Office para Commune Bistro, por ejemplo, usa paredes de ladrillo blanco perforado para crear un efecto óptico ondulante que recuerda a los artistas ópticos Bridget Riley o Victor Vasarely. Los arquitectos Héctor Torres y Andrea Torregrosa también utilizan muros de ladrillo blanco y colores neutros en su Casa UVB, enmarcando limpiamente las vistas hacia el jardín y el cielo. La Iglesia Morova de 70F Architecture usa el ladrillo blanco por razones religiosas, siendo el blanco un color importante para la liturgia de la iglesia de Moravia y su fachada exterior genera un carácter adecuadamente sombrío.
Negro
Al igual que el ladrillo blanco, el ladrillo negro permite moldear un estilo elegante y moderno de diseño, utilizando el color monocromático para estimular experimentos con la forma y el contraste. El proyecto YA VSESVIT de Yakusha Design & Architecture Studio, ilustrado arriba, ejemplifica el efecto limpio y moderno del ladrillo más oscuro.
Al mismo tiempo, la Vivienda Social Hollande Béthune de FRES Architectes combina una fachada de ladrillo negro con marcos y puertas de ventanas amarillas, creando un exterior visualmente interesante a través de colores y texturas contrastantes. La Casa 'Abrazando el Cielo' de ArchiWorkshop logra un efecto similar con ventanas que durante la noche se llenan de luz amarilla, puntúando el exterior de ladrillo negro.
En contraste, el proyecto Black Volcano de Urban Mesh Design combina una amplia variedad de diferentes colores y texturas. El color negro sólido de una sección de la fachada también acentúa las diferencias internas en la textura y el patrón. Wise Architecture utiliza de manera similar la monotonía del ladrillo negro para experimentar con la forma en MU:M Office Building, incorporando pliegues y curvas en forma de tela sobre su fachada rectangular.
Otros colores de ladrillo, como gris, rosa o naranja, pueden ser menos comunes y tener características menos definidas. Las estructuras que usan ladrillo naranja, por ejemplo, pueden hacerlo debido a las cualidades particulares de un material específico o fabricante de ladrillos, como es el caso del Baan Pomphet Hotel y Restaurant, cuyo arquitecto citó la técnica de cocción de leña de BPK Brick como la razón de su color anaranjado. El Centro Cultural Klinker en Winschoten utilizó de manera similar el ladrillo naranja debido a la importancia cultural de la arcilla local de Groningen.
Estos ejemplos anecdóticos también sirven para demostrar que no existe un único color natural del ladrillo, sino que los colores pueden variar según la ubicación, los materiales locales, las técnicas de horneado de ladrillos y más. La mayoría de los ladrillos se queman en varios tonos de rojo: a medida que aumenta la temperatura, este rojo puede progresar de rojo oscuro a púrpura, marrón o gris. Del mismo modo, los ladrillos rosados son generalmente el resultado natural de un alto contenido de hierro, mientras que los ladrillos blancos o amarillos son el resultado natural de un alto contenido de cal.
Sin embargo, el ladrillo también se puede pintar o teñir para alterar su color original, especialmente para generar ladrillos blancos y negros. Pintar un ladrillo ayuda a enmascarar la textura natural del ladrillo, que puede ser útil para los arquitectos que buscan un diseño más limpio o elegante. Este proceso suele ir precedido de una limpieza rigurosa del ladrillo, seguida de la aplicación de una imprimación de látex, para luego aplicar pintura específica para albañilería. Sin embargo, la pintura del ladrillo, al crear una película sobre la textura original, puede atrapar la humedad y requerir mayores niveles de mantenimiento para conservar la apariencia original.
El ladrillo teñido mantiene la textura original en lugar de enmascararlo y tiene efectos más permanentes debido a la formación de un enlace químico. Este efecto también hace que la tinción requiera de un menor mantenimiento, además de ser menos propensa al daño por agua. Por lo tanto, es un método más efectivo para ladrillos exteriores, mientras que la pintura puede ser más efectiva para interiores. Sin embargo, se recomienda a los arquitectos consultar a los fabricantes o pintores de ladrillos para obtener información más completa.
En conjunto, las posibilidades que ofrecen los ladrillos de colores son infinitas, desde lo rústico a lo elegante, lo moderno y lo experimental. Los arquitectos deben considerar esta variedad de resultados estéticos junto con consideraciones prácticas como el entorno y los materiales disponibles para maximizar los efectos de su diseño.